El Golfo San Jorge comprende cerca de 40.000 km2 y es el golfo más amplio de la costa Argentina, extendiéndose desde el Cabo Dos Bahías (44°55’S, 60°32’O) hasta el Cabo Tres Puntas (47°06’S, 65°52’O). La presencia de varios frentes costeros y la diversidad de hábitats hacen del golfo un área de relevancia para la reproducción de muchas especies de peces e invertebrados, varias de los cuales son de gran interés económico. Entre las especies actualmente comercializadas se destacan el langostino patagónico, la merluza común y la centolla. La abundante disponibilidad de alimentos en los ambientes litorales brinda condiciones favorables para la proliferación de grandes poblaciones de aves y mamíferos marinos. Varias de ellas, como el pingüino de Magallanes y el lobo marino común, son especies de valor paradigmático para el desarrollo turístico. Sus aguas también sirven como área de alimentación de predadores tope provenientes de otras regiones.
El transporte marítimo asociado a la explotación petrolera actual y la posible explotación off shore en el futuro conllevan riesgos de contaminación, tanto crónica como aguda, que podrían potenciarse en el contexto del cambio climático. Asimismo, la expansión de las actividades extractivas centradas en los recursos pesqueros, algueros e hidrocarburíferos requieren el monitoreo constante de las variables ambientales y biológicas. Si bien la información científica sobre San Jorge es relativamente abundante, la misma se refiere a sectores específicos (pesca, petróleo, contaminación, conservación), sin que se cuente con estudios integrados desde una perspectiva ecosistémica, ni canales efectivos de interacción entre distintas disciplinas, instituciones y áreas de aplicación. Ello requiere desarrollar programas de investigación multidisciplinarios que abarquen la estructura y el funcionamiento del ecosistema en su totalidad, así como los procesos que modulan su productividad.